1. BARRICAS. NUEVAS, FRANCESAS…
Desde la cosecha 2004 venimos realizando un trabajo de investigación y desarrollo, realizando un estudio comparativo de las características del roble blanco americano (Quercus alba) y los robles europeos
(Quercus petrae, Q.robur) en esa primera fase determinamos que el porcentaje adecuado para el estilo de vino que precisamos en vinos tintos un 85% de roble Francés y un 15% de roble Americano, en vinos blancos 100% de roble francés. Desechando otros orígenes y procedencias (Caucaso, Ruso, Navarro)
Continuando con este trabajo nos centramos en la elección de los diferentes bosques de estas dos grandes familias
Para los vinos blancos utilizamos madera de los bosques de Borgoña, Bertranges, Nevers.
Para los vinos tintos utilizamos Allier. / Missouri, Kentucky
Dentro de esta selección de maderas, bosques, trabajamos con la influencia del grado de tostado sobre las características organolépticas en cada variedad de uva y estilo de vino.
El objetivo fundamental de este trabajo es buscar el equilibrio e integración del carácter frutal del vino con la complejidad aportada por la crianza de nuestros en vinos. Para ello siempre trabajamos con maderas nuevas y maderas de 1 vino.
2. TINAS.
Elegimos la Tina como vinificador y deposito de almacenamiento después de tres años de ensayos
Como vinificador (fermentación alcohólica y fermentación maloláctica) es una herramienta imprescindible para nuestros vinos de colección y Premium, conseguimos una mayor estabilidad de la materia colorante y un efecto estructurante y de equilibrio en este tipo de vinos.
Como deposito de almacenamiento es imprescindible, favorece la preparación del vino antes de la toma de madera así como el ensamblaje de las diferentes maderas después de la crianza
3. DEPÓSITOS DE ACERO NO MUY GRANDES.
Los depósitos de acero inoxidable nos proporcionan la capacidad de manejar el frió/calor en las fermentaciones de forma exhaustiva y precisa que favorecerá la consecución de vinos con gran carácter frutal, en cuanto a la conservación se trata del material mas aséptico y que aporta un carácter reductor que favorece el mantenimiento del carácter frutal de nuestros vinos.
La capacidad de nuestros depósitos esta diseñada para poder elaborar nuestra unidad mínima de cultivo sin la obligación de mezclar diferentes “terroir” orientaciones y por supuesto variedades.
4. DEPÓSITOS DE HORMIGÓN
Se trata de depósitos con la misma tecnología en cuanto a control de temperaturas que los vinificadores anteriormente comentados, pero con la gran ventaja del hormigón, la menor incidencia de cargas electroestáticas y saltos térmicos en los vinos durante su almacenamiento, clarificación,
5. TRABAJO CON GRAVEDAD.
Todo el trabajo de la bodega se realiza por gravedad. Movimiento de uva, mosto y vinos. Por lo cual evitamos el uso de maquinaria que rompa la estructura de la fruta cuando es uva, el batido del mosto y vino, de esta forma evitamos oxidaciones indeseadas con su perdida brutal de calidad.
6. TRABAJO CON LÍAS.
Se trata de una técnica de recuperación y trabajo de las lías (levaduras muertas después de la fermentación alcohólica), para después incorporarlas de nuevo al vino.
El objeto fundamental de esta técnica es amortiguar la incidencia de taninos y otros caracteres organolépticos aportados por la crianza en madera, así como su incidencia en la conservación de los vinos y en el carácter de dulzor de los mismos.
7. VENDIMIA NOCTURNA.
El factor fundamental para la elección de realizar esta labor de forma nocturna, es la menor incidencia de la temperatura, pasamos comparativamente de una temperatura a medio día en Agosto de 30ºC a una temperatura media nocturna en el mismo mes de 15ºC y esto hace que la actividades microbiológicas y enzimáticas se reduzcan de forma drástica (la uva llega mas integra). Así como el ahorro energético si tenemos en cuenta que todo el proceso de elaboración ha de ir con un control de temperatura
8. SELECCIÓN
La homogeneidad de la materia prima depende de muchos factores:
Climático el cual afectará de diferente forma a las variedades blancas variedades tintas con sus diferentes ciclos vegetativos
Suelo, cada “terroir” se comporta de forma diferente y aporta diferentes calidades
La exposición, sistema de conducción, el propio material vegetal (diferentes clones)
Todo ello hace que la selección en nuestras mesas sea imprescindible para poder separa lo excelente de lo bueno.
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